Contabilidad

ExpertEasy ERP

2023-05-04

Contabilidad

Mucho se ha escrito a estas alturas de la Carta Porte: ¿Qué es? ¿Cuándo será obligatoria? ¿Cuáles son los requisitos? ¿Cómo se elabora? ¿Quiénes la tienen que hacer y bajo qué supuestos?

Y sí, todo amparado en una utopía de país que funcione acorde a sus leyes, normas y reglamentación. Pero, acá entre nos, ¿qué es lo que realmente sucederá en México con la Carta Porte? Primero, hagamos un recuento de los daños. Acompáñenme a leer esta triste historia…

 

La historia de la Carta Porte

Todo empezó, el primero de mayo del año 2021 cuando fue publicada en la página del SAT, lo que se veía en ese entonces como un gran cambio para los transportistas (en ese entonces, la gran mayoría pensaba que solamente aplicaba para ellos). Ahora, sus CFDI de ingreso deben tener un Complemento de Carta Porte que iba a ser requerido en cualquier revisión para de alguna manera intentar garantizar que la mercancía que estés transportando es legal. O algo así se dijo.

Posteriormente, se planteó un periodo de prueba y adaptación que culminaba el 31 de diciembre de 2021, aunque ya después vimos que se han establecido dos prórrogas porque sencillamente no han existido las condiciones adecuadas para que el grueso de los contribuyentes (en particular los transportistas, sin olvidar a otros para los que aplicaría el CFDI de traslado con complemento) puedan terminar de adaptarse a este nuevo requerimiento.

La imagen anterior esta en el portal oficial del SAT, donde habla de las fechas revelantes a la Carta Porte. Este ha sido consultado el día 26 de agosto y con el 1 de octubre 2022 como la fecha en la que se iniciaría la aplicación de multas y sanciones por la incorrecta emisión del complemento. Algunos días después, nos enteramos que oficialmente dicha fecha se había pospuesto para el 31 de diciembre 2022 y otra vez, el SAT prorrogoró las multas hasta el 01 de Agosto 2023. En total, el SAT ha prorrogado el CFDI cinco veces con un complemento a la Carta Porte, este proceso se inició hace 2 años y aún no encuentra finaliza. Como este, varios ejemplos en los que se ve que están rebasados.

 

¿A qué va todo esto?

    ¿Cómo lo están haciendo los responsables? Se tenía que cumplir con cierta agenda, ciertas fechas y se cumplió. Casi como la inauguración de aquellas grandes obras de cualquier sexenio, no solamente de este, donde importa cortar el listón cierto día, hacer algarabía, aunque el asunto siga inoperable o esté funcionando a medio gas sin haber cubierto todos los estándares requeridos. No hubo las ganas, el cuidado o el tiempo para ejercer un análisis sólido de posibles escenarios, errores y consecuencias. Para entendernos, coloquialmente se diría que se hizo “de trancazo”, para no usar otros modismos mexicanos. Y entonces, en lo que queda bien, recorremos y recorremos las fechas.
     

    ¿Cómo van las autoridades que estarán revisando? Se comenta que existirán equipos multidisciplinarios que estarán siendo los encargados de hacer auditorías a transportistas y verificar que todo marche en orden. Serán quienes revisen que los complementos de carta porte declaren la mercancía que se está transportando y que hayan sido emitidos adecuadamente, donde en caso contrario se aplicarían multas estratosféricas. Surgen aquí las siguientes preguntas: ¿Realmente estarán debidamente capacitados y tendrán todo el conocimiento contable, fiscal y hasta legal que requiere el saber toda la reglamentación inherente a la carta porte? ¿Será que además de recibir su capacitación de inicio, los estarán actualizando constantemente para saber los cambios y adaptaciones que estén llevándose a cabo? Lo más importante: Si realmente están tan bien capacitados y actualizados, ¿no caerán en la tentación de utilizar todo ese conocimiento a su favor para poder encontrar vacíos en los que puedan hacer caer a los choferes y entonces cobrar sus bonitos favores para no caer en las multas o penalizaciones correspondientes?
     

    ¿Cómo lo llevan los contribuyentes? Mal y de malas. Se está convirtiendo en una vorágine de cosas. Los grandes transportistas tal vez puedan contratar más personal, capacitaciones, software especializado, pero se han enfrentado a problemas ilógicos: deben asignar a una persona que sepa de facturación para cubrir horarios nocturnos, por si existen servicios que salgan a esa hora. Además, deben estar al tanto de cualquier cambio en rutas o similar, ya que se debe considerar el hacer o rehacer nuevos complementos si existen cambios drásticos. A los operadores se les tiene que dar una capacitación para que se puedan defender (sí, usé ese verbo) en las revisiones de las autoridades aludidas en el punto anterior, tener algún conocimiento de lo que les pueden preguntar y tal vez hasta tener que respaldar que sus complementos de carta porte están bien realizados. Se les ha dejado venir un trabajo monumental… que bien o mal, están intentando solucionar. Ahora bien, ¿qué sucede con los pequeños y medianos transportistas? Harán lo que puedan hacer con los recursos que tengan a la mano. Y si lo hacen mal, les toca tabla.
     

    ¿Cómo lo han hecho los programas de software? Sin duda alguna, para aquellos que nos dedicamos a este rubro, fue una proeza el poder adaptar nuestros sistemas a este cambio tan fuerte. A varios los tomó por sorpresa y/o no estaban preparados para enfrentar tal cambio; otros más pudimos salir adelante en tiempo y forma. Sin embargo, dados los puntos que se han tocado anteriormente, en ExpertEasy ERP nos interesaba apoyar lo más posible a los usuarios finales: tanto a los encargados de facturación como a los conductores, intentando hacerles la vida un poco menos complicada de lo que de por sí ya iban a estar padeciendo. Ojalá esta prioridad sea recogida también por compañeros de otros sistemas.

 

 

Nuevamente y en resumen, para sorpresa de nadie, se le carga la tarea al contribuyente para poder trabajar y generar ingresos. Y sí, sabemos que el argumento oficial es el combatir la evasión fiscal y el disminuir el tráfico de mercancías robadas o ilegales. Sin embargo, para variar, acaban pagando justos por pecadores.

Como ya vimos, existen todos los elementos para que este sea otro nido de corrupción, abusos y poca empatía, ahora con los transportistas. Súmenle por supuesto toda la reglamentación de tránsito, asaltos, secuestros y otros asuntos a los que ya se enfrentaban con anterioridad.

En fin… una más, en un sexenio más. Lo único que nos queda es seguir avanzando a pesar de las circunstancias. Ya sabemos que los gobernantes hacen su voluntad en la tierra y en el cielo, no perdonan nuestras ofensas… y solamente nos queda encomendarnos para no caer en ninguna revisión y librarnos de todo SAT, amén.